POR GABRIEL MARIA PÉREZ
Fuente: Univers Àgatha | 12/11/2023
Fotografía: Pixabay
Hoy es luna llena y desde el balcón de casa se asoma dándonos la bienvenida a la noche e invitándonos a un paseo por su magia, por sus misterios.
Me encanta agarrar de la mano a Àgatha, mi hija con un trastorno grave de autismo, y decirle que me acompañe a ver el astro profundo y claro.
A ella parece que también le encanta.
Le pregunto si ve la luna, si quiere mirar la luna y, desde siempre alza la vista y hace un amago de sonrisa en sus labios.
La observa y luego baja la vista, se da la vuelta y se va a su bola, como siempre.
Me digo, “las enigmáticas Àgatha y la luna se entienden, ¡maravilloso!”
De ahí que escribiera este pequeño poema que traduzco del catalán, publicado en mi último poemario, Un ocell, un núvol – Un pajaro, una nube, Stonberg Editorial.
¿Y la luna?
¿Y la luna?
¡Qué bonita la luna!
Toda para ti, pequeña.
Recorre su contorno
con la punta de tus dedos.
Hoy está totalmente redonda
y nos sonríe
a pesar de ser altiva,
nos sonríe.
Mírala.
Allí la acarician las estrellas
como tu carita acaricia
mi soledad, con ternura.
Y me hace girar la vista
y darte un beso, sí,
sólo un beso,
por todo lo que queda de noche de luna llena.
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