POR ISABEL PEREZ
Fuente: Autismo en Vivo | 06/10/2021
Fotografía: Pixabay.com
La vida de un Asperger es, en la práctica, un reto de convivencia con múltiples fuentes de negatividad: incomprensión y rechazo social, búsqueda de estímulos, etc.
Frustración por no encajar en el grupo, interpretación de los demás como que eres inmaduro, simplemente porque no te encuentras a gusto con ellos o porque te cansas de su forma de socializar, en grupos grandes o hablando de temas que no te interesan. Ser el bicho raro es psicológicamente muy duro y una fuente de emociones negativas constantes.
La frustración viene también por no encontrar actividades que estimulen de forma duradera. Encontrar tu nicho en el que dedicar tu atención y que te haga disfrutar a tu manera llegando a ser una buena versión de ti mismo y también sentirte valorado y útil para los demás... es todo un reto que requiere de una gran resiliencia.
Recientemente he reconectado con la religión católica, de la que desconecté hace unos veinte años, y me está ayudando mucho a superar la depresión que sufre desde hace varios años. La religión me ayuda a ver la vida con un sentido de trascendencia que ayuda a conllevar el sufrimiento. En la medida que todas las experiencias duras me han llevado a crecer personalmente y prepararme para retos más difíciles, uno consigue entender el porqué de todo lo negativo que sucede.
Sin embargo, frecuentemente es inevitable pensar "¡Vaya mierda de vida me ha tocado vivir!". Sin duda hay muchos neuro-típicos que sufren tanto o más que yo. La gran diferencia es que la mayor parte de los problemas que sufren los neuro-típicos son facilmente comprensibles por los demás, mientras que los problemas de las personas con autismo son, en gran parte, las demás personas, que actuan generando negatividad a raíz de su incomprensión. El hecho de tener un problema distinto de los demás no sólo dificulta la comprensión y la empatía, sino que también genera el rechazo y otras conductas generadoras de negatividad que no hacen más que llenar la mochila de los traumas emocionales, hasta que llena del todo, llega la depresión.
Esta realidad es a grandes rasgos la que viven la mayoría de las personas con autismo, por leve que sea. Encontrar una actividad que te estimule y un entorno que te acepte y te comprenda es la solución y el reto vital de un Asperger. Tan fácil de decir y sin embargo tan difícil de llevar a cabo. Ahí es nada...
Como era de esperar, incluso en las comunidades religiosas, dónde la gente suele tener más buen corazón que la mayoría, esto no deja de suceder. Obviamente son neuro-típicos y la forma de ser Asperger es antipática para muchos de ellos. Tu lo pasas mal, ellos también y te dices, ¿qué sentido tiene tanto sufrimiento agregado? Le pregunto a Dios "no nos lo podríamos poner un poco más fácil, por favor? ¡Por favor! Hasta ahora no ha pasado nada en este sentido. Vamos a ver...
El aislamiento con la realización de un trabajo que te estimule parece que sea lo mejor que te pueda pasar, y esto te hace pensar muchas veces que muy difícilmente puedes encontrar una pareja que te guste y poder mantener la relación, que sea feliz contigo. Si te sientes mejor solo que con los demás en la gran mayoría de los casos, tiendes a pensar que la relación de pareja tiene todos los números de acabar siendo un sufrimiento añadido y un desastre. Al menos así suele ser en muchos casos. Cuando las mejores experiencias "sociales" son la liberación de cortar relaciones tóxicas resulta difícil ser optimista acerca de convivir felizmente con otras personas, que no solo te gusten y te comprendan, sino que te puedan aceptar y amar como necesitas.
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