https://www.facebook.com/AutismoVivo0/
top of page

Terapia con células madre para el tratamiento del autismo: bajando las expectativas



Fuente: PubMed Central | 03/10/2023 - doi: 10.3389/fpsyt.2023.1287879

Fotografía: Pixabay

 

 

Consideraciones sobre el estado actual ¿podemos decir que el uso de células madre es un tratamiento basado en la evidencia? La respuesta es no, e intentaremos en las siguientes líneas explicar las razones de esta respuesta negativa.

 

Introducción

El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno genético y fenotípicamente heterogéneo (1, 2) y afecta a 1 de cada 36 niños (3). Debido a su heterogeneidad, aún no se conocen bien las causas del TEA y la investigación científica se centra ahora en la identificación precoz de marcadores bioconductuales para anticipar la edad del diagnóstico (4). Realizar un diagnóstico precoz tiene implicaciones positivas en cuanto a la aplicación de intervenciones oportunas basadas en pruebas y, en consecuencia, mejores resultados (5).

 

En el complejo panorama de las intervenciones para los TEA, algunas de ellas están basadas en la evidencia, mientras que otras (a) se proponen sin base científica (6), o (b) aún no han completado los pasos necesarios para pasar de la investigación básica a la aplicación clínica a gran escala, pero se trasladan a la práctica clínica. En cuanto a la opción b, en los últimos años hemos asistido a un preocupante aumento de los institutos que proponen a las familias tratar los TEA con células madre procedentes de diversas fuentes, incluidas las obtenidas de sangre de cordón umbilical (7).

 

Lo alarmante de esta potencial propuesta terapéutica es la promesa de mejoras clínicas significativas en los niños que se someten a este tratamiento.

 

Estos institutos, que a menudo se encuentran en países con estándares médicos bajos, no están proponiendo un ensayo de investigación, sino el uso de células madre como una opción terapéutica ya validada por la investigación básica. Sin embargo, hasta la fecha, ¿podemos decir que el uso de células madre es un tratamiento basado en la evidencia? La respuesta es no, e intentaremos en las siguientes líneas explicar las razones de esta respuesta negativa.



 

Principales etapas de la investigación biomédica

La investigación biomédica se divide en varias etapas, que incluyen la investigación básica y la investigación traslacional. La investigación básica se centra en la comprensión de los mecanismos biológicos y fisiológicos, mientras que la investigación traslacional está orientada a transferir los conocimientos adquiridos en la investigación básica a aplicaciones prácticas, como nuevas terapias, dispositivos médicos o estrategias de prevención (8). Los principales pasos de la investigación básica a la traslacional incluyen:

 

  • a) Identificación del descubrimiento científico (la investigación básica puede conducir al descubrimiento de nuevos mecanismos biológicos o a la comprensión de cómo se desarrollan las enfermedades) (9)


  • b) Desarrollo de una estrategia terapéutica [el descubrimiento científico puede utilizarse para desarrollar una estrategia terapéutica, como una nueva molécula de fármaco, una terapia génica o un dispositivo médico (10)]


  • c) Evaluación in vitro e in vivo [la nueva estrategia terapéutica se prueba in vitro/en el laboratorio e in vivo (en animales) para evaluar su eficacia y seguridad] (11)


  • d) Ensayo clínico (si la nueva estrategia terapéutica resulta prometedora en las pruebas in vitro e in vivo, puede someterse a ensayos clínicos en voluntarios humanos) (12)


  • e) Autorización reglamentaria (tras superar con éxito la fase de ensayo clínico, la nueva estrategia terapéutica puede ser autorizada por las agencias reguladoras para su comercialización y uso como tratamiento médico) (13)


  • f) Aplicación clínica (la nueva estrategia terapéutica puede utilizarse en la práctica clínica para tratar a pacientes que padecen enfermedades específicas) (12)


  • g) Seguimiento y mejora (tras la aplicación clínica, la nueva estrategia terapéutica es objeto de seguimiento para evaluar su eficacia y seguridad a largo plazo e introducir posibles mejoras) (12).

 

Es posible considerar que estas etapas principales de la investigación biomédica constituyen el trasfondo científico del que surgen los tratamientos con apoyo empírico (EST). Las tecnologías ecológicas son tratamientos que han demostrado su eficacia mediante investigaciones científicas rigurosas y estudios controlados (14, 15).


Esto significa que están respaldados por datos empíricos que demuestran que el tratamiento es superior a un placebo o a tratamientos alternativos para un trastorno específico (14). Por cierto, para ser clasificado como EST, un tratamiento debe haber sido sometido a numerosos estudios clínicos controlados aleatorizados que demuestren sistemáticamente su eficacia (15). Estos estudios deben realizarse con métodos científicos rigurosos y publicarse en revistas revisadas por pares (14, 16).



Las tecnologías ecológicas suelen recomendarse como tratamientos de primera línea para trastornos específicos (15). Esto implica que cuando un clínico debe elegir un tratamiento para un paciente, debe considerar en primer lugar las EST, ya que cuentan con una sólida base empírica de apoyo. Si bien las tecnologías ecológicas proporcionan una orientación importante en la selección del tratamiento, esto no significa que todos los pacientes deban recibir el mismo tratamiento. Los clínicos también deben tener en cuenta las necesidades individuales de cada paciente y adaptar los tratamientos en consecuencia (17).


 

Opinión de expertos

 

Hasta la fecha, la investigación sobre el uso de células madre para el TEA se encuentra en la fase de ensayos clínicos (18-29) y los resultados, aunque potencialmente alentadores en términos de seguridad (30, 31), aún no son suficientes para permitir su aplicación clínica. De hecho, la seguridad debería establecerse mediante ensayos abiertos de fase I/II, que son muy escasos en la actualidad (32). La mayoría de los estudios publicados no tienen un protocolo de evaluación estandarizado y compartido (18, 20, 33-35); no describen un método de tratamiento estandarizado (22, 24, 25, 27, 34, 36); y tienen un tamaño de muestra pequeño (18, 33, 34).


No existen diferencias clínicas sólidas y significativas para ningún criterio de valoración (32). Por ejemplo, entre los estudios metodológicamente bien realizados, el de Chez (20), que empleó un diseño cruzado controlado con placebo y en el que participaron 29 niños de edades comprendidas entre los 2,4 y los 6,8 años, no informó de cambios significativos en ninguna de las pruebas conductuales (incluidas pruebas de vocabulario, evaluaciones cognitivas, socialización y evaluaciones de la comunicación) a lo largo de las 49 semanas del estudio (32).


 

En cambio, el estudio de Dawson et al. (19), que fue un estudio abierto en 25 niños de edad similar, mostró mejoras significativas en la socialización, la comunicación, las conductas adaptativas y el seguimiento ocular. Estos efectos se observaron a los 6 meses y se mantuvieron estables durante los 12 meses del estudio.


Sin embargo, como señala Price (32), la principal diferencia entre los dos estudios es el uso de un diseño controlado con placebo frente a un diseño abierto. También cabe destacar que las mejoras observadas en el estudio Dawson coinciden con las observadas en pacientes control de una cohorte sueca de edad similar (37), lo que sugiere que pueden atribuirse al curso natural del trastorno. Hasta la fecha, estos estudios relativamente amplios y bien diseñados proporcionan poco apoyo para el uso terapéutico de las células mononucleares de sangre de cordón umbilical (CBMC) en el TEA. Además, no existen datos sólidos sobre los efectos a medio y largo plazo del tratamiento (18, 20, 32-35) y, como se ha mencionado anteriormente, la seguridad y la viabilidad de la administración de células madre en niños con TEA no están bien establecidas (32, 36).


Existen pocas razones científicas que justifiquen la eficacia de las células madre. De hecho:

 

  • a) el TEA no es un trastorno neurodegenerativo (una de las principales razones de la limitada justificación científica en relación con la eficacia de las células madre en el tratamiento de los TEA es que éstos no son una enfermedad neurodegenerativa. Las enfermedades neurodegenerativas implican la degeneración progresiva de células cerebrales específicas, como ocurre en enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson. En estos casos, las células madre podrían utilizarse para sustituir a las células dañadas o muertas. El TEA, en cambio, implica la compleja interacción de muchos genes y diferentes áreas cerebrales. No hay un tipo específico de célula que reemplazar en el tratamiento del TEA)

 

  • b) hay una amplia variación individual en el TEA (otro reto en el tratamiento del TEA con células madre es la considerable variación entre individuos autistas. Cada persona con TEA tiene un perfil único de síntomas, lo que hace difícil identificar un enfoque terapéutico uniforme que funcione para todos. Esto significa que incluso si se desarrollara una terapia eficaz con células madre, podría no funcionar para todos los individuos autistas)

 

  • c) se desconoce el periodo crítico del desarrollo (algunos tratamientos basados en células madre tienen éxito cuando se administran durante un periodo crítico del desarrollo. Sin embargo, aún se desconoce el momento exacto en el que una intervención con células madre podría ser eficaz para el TEA. El TEA es una enfermedad compleja que comienza a desarrollarse durante el embarazo y continúa en los primeros años de vida. Determinar el momento óptimo para administrar el tratamiento con células madre es todo un reto)

 

  • d) la evidencia clínica es limitada (la mayoría de las terapias basadas en células madre para el TEA se encuentran todavía en fase preclínica o de investigación temprana. Hay pocas pruebas clínicas sólidas que demuestren la eficacia y seguridad de estas terapias en el contexto de los TEA. Esta falta de datos clínicos es una de las principales razones por las que el tratamiento con células madre para el TEA todavía se considera experimental). Además, en ausencia de preacondicionamiento mieloablativo, se esperaría poco o ningún injerto del trasplante de células de sangre de cordón umbilical autólogas o alogénicas. Como fundamento para el uso de células madre en la terapia del autismo, algunos estudios han informado del denominado eje inmunocerebral (38), aunque es correcto señalar que los estudios publicados hasta la fecha no han realizado una estratificación de los pacientes para comprobar el efecto de la intervención en pacientes con TEA + disfunción inmunológica (39, 40).

 

Además, la capacidad de las células de la sangre del cordón umbilical para formar las células neuronales cuya función puede estar alterada en el TEA puede depender de muchos factores como, por ejemplo, el tipo de células madre utilizadas, el método de administración y el entorno celular (41). Hasta la fecha, aunque disponemos de algunos hallazgos interesantes que han indicado efectos positivos en el contexto de las afecciones neurológicas, como la liberación de factores de crecimiento o el apoyo a la regeneración y reparación del tejido cerebral dañado (42), se sabe menos sobre los mecanismos de acción molecular de las células madre (43). Además, dado que las diferentes formas de TEA se asocian a alteraciones en distintos tipos celulares, un enfoque único para todos puede no sólo no ser aconsejable, sino incluso perjudicial. Al tratarse de un producto médico que podría causar graves daños a las personas que recibieran dichos trasplantes, las agencias reguladoras deberían continuar y seguir supervisando la comercialización y el marketing de los tratamientos con células madre en ausencia de pruebas sólidas.

 

El paso a la aplicación clínica de los trasplantes de células madre sin haber respetado los pasos anteriores y, por tanto, sin disponer de directrices e información fiable y sólida sobre los riesgos, podría perjudicar a los niños y a sus familias. En primer lugar, no existen pruebas clínicas adecuadas que respalden la ampliación del acceso a este tratamiento para poblaciones de pacientes de tamaño intermedio, de acuerdo con las directrices de la US Food and Drug Administration (44), las directrices de la ISSCR para la investigación con células madre y la traducción clínica (45) y las normas para el uso de células madre humanas en investigación (46). Existe una escasez de ensayos clínicos registrados para el uso de productos derivados de la sangre del cordón umbilical para el tratamiento de los TEA.

 


En segundo lugar, es poco ético y prematuro permitir que dichos tratamientos se comercialicen a las familias. En tercer lugar, las familias deben entender que, en ciertos casos, puede haber conflicto de intereses entre la Universidad, la entidad comercial y el investigador. Aunque el uso de células madre derivadas de pacientes (pluripotentes inducidas) en la investigación básica y traslacional aplicada se basa en hipótesis y pruebas científicas profundas, con este documento pedimos un control regulador más estricto de los tratamientos con células madre derivadas de la sangre del cordón umbilical por parte de los organismos encargados de proteger la salud y el bienestar de algunas de las comunidades más vulnerables. Nuestro breve documento pretende promover la investigación de alto nivel sobre el uso de células madre, no desterrarla.

 

Sin embargo, la transición de los resultados de la investigación, aunque sean alentadores, a la aplicación clínica a gran escala requiere pruebas científicas repetidas en grandes muestras y más ensayos a doble ciego controlados con placebo e investigaciones exhaustivas de las que aún no disponemos (47).

 

De acuerdo con Price (32), creemos que para continuar en esta dirección terapéutica deben realizarse estudios preclínicos con el objetivo de mejorar la estratificación de los pacientes, los biomarcadores, el modo de acción definido y la preparación e identificación de las propias células terapéuticas.

 

Contribuciones de los autores

AN: Conceptualización, Supervisión, Redacción-borrador original, Redacción-revisión y edición. AH: Supervisión, Redacción-borrador original, Redacción-revisión y edición. GM: Supervisión, Redacción-revisión y edición. GN: Supervisión, Redacción-revisión y edición. CL: Supervisión, Redacción-revisión y edición.

 

Agradecimientos

Los autores dan las gracias a los niños y sus familias con los que trabajan a diario.

 

Declaración de financiación

Los autores declaran haber recibido apoyo financiero para la investigación, autoría y/o publicación de este artículo. Este trabajo ha sido parcialmente financiado por la subvención RC2023 del Ministerio de Sanidad italiano (y las contribuciones voluntarias 5 × 1.000).

 

Conflicto de intereses

Los autores declaran que la investigación se llevó a cabo en ausencia de relaciones comerciales o financieras que pudieran interpretarse como un posible conflicto de intereses. Los autores declaran ser miembros del consejo editorial de Frontiers en el momento de la presentación del artículo. Este hecho no tuvo ninguna repercusión en el proceso de revisión por pares ni en la decisión final.

 

Nota del editor

Todas las afirmaciones expresadas en este artículo son exclusivamente las de los autores y no representan necesariamente las de sus organizaciones afiliadas, o las del editor, los editores y los revisores. Cualquier producto que pueda evaluarse en este artículo, o cualquier afirmación que pueda hacer su fabricante, no está garantizado ni respaldado por el editor.

 



Referencias

 

1. Hudac CM, Stessman HAF, DesChamps TD, Kresse A, Faja S, Neuhaus E, et al.. Exploring the heterogeneity of neural social indices for genetically distinct etiologies of autism. J Neurodev Disord. (2017) 9:24. 10.1186/s11689-017-9199-4 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

2. Narzisi A. The challenging heterogeneity of autism: editorial for brain sciences special issue “advances in autism research”. Brain Sci. (2020) 10:948. 10.3390/brainsci10120948 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

3. Maenner MJ, Warren Z, Williams AR, Amoakohene, E., Bakian, A. V., Bilder, D. A., et al. Prevalence and characteristics of autism spectrum disorder among children aged 8 years — autism and developmental disabilities monitoring network, 11 Sites, United States, 2020. MMWR Surveill Summ. (2023) 72:1–14. 10.15585/mmwr.ss7202a1 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

4. Lord C, Charman T, Havdahl A, Carbone P, Anagnostou E, Boyd B, et al.. The Lancet Commission on the future of care and clinical research in autism. Lancet. (2022) 399:271–334. 10.1016/S0140-6736(21)01541-5 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

5. McClure LA, Lee NL, Sand K, Vivanti G, Fein D, Stahmer A, et al.. Connecting the Dots: a cluster-randomized clinical trial integrating standardized autism spectrum disorders screening, high- quality treatment, and long-term outcomes. Trials. (2021) 22:319. 10.1186/s13063-021-05286-6 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

6. Abbott A. Italian stem-cell trial based on flawed data. Nature. (2013). 10.1038/nature.2013.13329 [CrossRef] [Google Scholar]

7. Narzisi A. Haste makes waste: there is no solid evidence to translate the use of stem cells into clinical practice for children with autism spectrum disorder. Brain Sci. (2022) 12:992. 10.3390/brainsci12080992 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

8. Rubio DM, Schoenbaum EE, Lee LS, Schteingart DE, Marantz PR, Anderson KE, et al.. Defining translational research: implications for training. Acad Med. (2010) 85:470–5. 10.1097/ACM.0b013e3181ccd618 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

9. National Institutes of Health. Basic Research: Building Block of Scientific Discovery. (2023). Available online at: https://officeofbudget.od.nih.gov/pdfs/FY23/br/Overview%20of%20FY%202023%20Executive%20Summary.pdf (accessed September, 2023).

10. Collins FS, Varmus H. A new initiative on precision medicine. N Engl J Med. (2015) 372:793–5. 10.1056/NEJMp1500523 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

11. González-García I, Mangas-Sanjuán V, Merino-Sanjuán M, Bermejo M. In vitro-in vivo correlations: general concepts, methodologies and regulatory applications. Drug Dev Ind Pharm. (2015) 41:1935–47. 10.3109/03639045.2015.1054833 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

12. World Health Organization and Programme on Traditional Medicine . General Guidelines for Methodologies on Research and Evaluation of Traditional Medicine (2000). [Google Scholar]

13. Food Drug Administration. FDA Basics: How Drugs are Developed and Approved. (2023). Available online at: https://www.fda.gov/drugs/development-approval-process-drugs/how-drugs-are-developed-and-approved (accessed September, 2023).

14. Chambless DL, Hollon SD. Defining empirically supported therapies. J Consult Clin Psychol. (1998) 66:7–18. 10.1037/0022-006X.66.1.7 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

15. DeRubeis RJ, Crits-Christoph P. Empirically supported individual and group psychological treatments for adult mental disorders. J Consult Clin Psychol. (1998) 66:37–52. 10.1037/0022-006X.66.1.37 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

16. Persico AM. Commentary: research status and prospects of acupuncture for autism spectrum disorders. Front Psychiatry. (2023) 14:1179048. 10.3389/fpsyt.2023.1179048 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

17. Beutler LE, Someah K, Kimpara S, Miller, K. Selecting the most appropriate treatment for each patient. Int J Clin Health Psychol. (2016) 16:99–108. 10.1016/j.ijchp.2015.08.001 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

18. Lv YT, Zhang Y, Liu M, Qiuwaxi JN, Ashwood P, Cho SC, et al.. Transplantation of human cord blood mononuclear cells and umbilical cordderived mesenchymal stem cells in autism. J Transl Med. (2013) 11:196. 10.1186/1479-5876-11-196 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

19. Dawson G, Sun JM, Davlantis KS, Murias M, Franz L, Troy J, et al.. Autologous cord blood infusions are safe and feasible in young children with autism spectrum disorder: results of a single-center phase I openlabel trial. Stem Cells Transl Med. (2017) 6:1332–9. 10.1002/sctm.16-0474 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

20. Chez M, Lepage C, Parise C, Dang-Chu A, Hankins A, Carroll M. Safety and observations from a placebo-controlled, crossover study to assess use of autologous umbilical cord blood stem cells to improve symptoms in children with autism. Stem Cells Transl Med. (2018) 7:333–41. 10.1002/sctm.17-0042 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

21. Brick DJ, Nethercott HE, Montesano S, Banuelos MG, Stover AE, Schutte SS, et al.. The autism spectrum disorders stem cell resource at children's hospital of orange county: implications for disease modeling and drug discovery. Stem Cells Transl Med. (2014) 3:1275–86. Erratum in:Stem Cells Transl M, ed. (2015) 4: 1369. 10.5966/sctm.2014-0073 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

22. Carpenter KLH, Major S, Tallman C, Chen LW, Franz L, Sun J, et al.. White matter tract changes associated with clinical improvement in an openlabel trial assessing autologous umbilical cord blood for treatment of young children with autism. Stem Cells Transl Med. (2019) 8:138–47. 10.1002/sctm.18-0251 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

23. Cha MY, Kwon YW, Ahn HS, Jeong H, Lee YY, Moon M, et al.. Protein-induced pluripotent stem cells ameliorate cognitive dysfunction and reduce Aβ deposition in a mouse model of Alzheimer's disease. Stem Cells Transl Med. (2017) 6:293–305. 10.5966/sctm.2016-0081 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

24. Nguyen Thanh L, Nguyen HP, Ngo MD, Bui VA, Dam PTM, et al.. Outcomes of bone marrow mononuclear cell transplantation combined with interventional education for autism spectrum disorder. Stem Cells Transl Med. (2021) 10:14–26. 10.1002/sctm.20-0102 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

25. Murias M, Major S, Compton S, Buttinger J, Sun JM, Kurtzberg J, et al.. Electrophysiological biomarkers predict clinical improvement in an open-label trial assessing efficacy of autologous umbilical cord blood for treatment of autism. Stem Cells Transl Med. (2021) 7:783–91. 10.1002/sctm.18-0090 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

26. Bansal H, Singh L, Verma P, Agrawal A, Leon J, Sundell IB, et al.. Administration of autologous bone marrow-derived stem cells for treatment of cerebral palsy patients: a proof of concept. J Stem Cells. (2016) 11:37–49. [PubMed] [Google Scholar]

27. Bradstreet JJ, Sych N, Antonucci N, Klunnik M, Ivankova O, Matyashchuk I, et al.. Efficacy of fetal stem cell transplantation in autism spectrum disorders: an open labeled pilot study. Cell Transplant. (2014) 23:S105–12. 10.3727/096368914X684916 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

28. Li Q, Chen CF, Wang DY, Lü YT, Huan Y, Liu M, et al.. Transplantation of umbilical cord blood mononuclear cells increases levels of nerve growth factor in the cerebrospinal fluid of patients with autism. Genet Mol Res. (2015) 14:8725. 10.4238/2015.July.31.21 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

29. Sharma A, Gokulchandran N, Sane H, Nagrajan A, Paranjape A, Kulkarni P, et al.. autologous bone marrow mononuclear cell therapy for autism: an open label proof of concept study. Stem Cells Int. (2013) 2013:623875. 10.1155/2013/623875 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

30. Paton MCB, Wall DA, Elwood N, Chiang KY, Cowie G, Novak I, et al.. Safety of allogeneic umbilical cord blood infusions for the treatment of neurological conditions: a systematic review of clinical studies. Cytotherapy. (2022) 24:2–9. 10.1016/j.jcyt.2021.07.001 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

31. Ray SK, Mukherjee S. Clinical practice of umbilical cord blood stem cells in transplantation and regenerative medicine - prodigious promise for imminent times. Recent Pat Biotechnol. (2022) 16:16–34. 10.2174/1872208315666211026103227 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

32. Price J. Cell therapy approaches to autism: a review of clinical trial data. Mol Autism. (2020) 11:37. 10.1186/s13229-020-00348-z [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

33. Liu M, Lü YT, Huan Y, Ge RC, Zhang J, Jiang S, et al.. Safety and efficacy of cord blood mononuclear cells and umbilical cord mesenchymal stem cells therapy for childhood autism. Chin J Tissue Eng Res. (2011) 15:4359–62. 10.3969/j.issn.1673-8225.2011.23.041 [CrossRef] [Google Scholar]

34. Sharifzadeh N, Ghasemi A, Tavakol Afshari J, Moharari F, Soltanifar A, Talaei A, et al.. Intrathecal autologous bone marrow stem cell therapy in children with autism: a randomized controlled trial. Asia Pac Psychiatry. (2020) 13:e12445. 10.1111/appy.12445 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

35. Dawson G, Sun JM, Baker J, Carpenter K, Compton S, Deaver M, et al.. A phase II randomized clinical trial of the safety and efficacy of intravenous umbilical cord blood infusion for treatment of children with autism spectrum disorder. J Pediatr. (2020) 222:164–73. 10.1016/j.jpeds.2020.03.011 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

36. Sun JM, Dawson G, Franz L, Howard J, McLaughlin C, Kistler B, et al.. Infusion of human umbilical cord tissue mesenchymal stromal cells in children with autism spectrum disorder. Stem Cells Transl Med. (2020) 9:1137–46. 10.1002/sctm.19-0434 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

37. Kantzer A-K, Fernell E, Westerlund J, Hagberg B, Gillberg C, Miniscalco C. Young children who screen positive for autism: stability, change and “comorbidity” over two years. Res Dev Disabil. (2018) 72:297–307. 10.1016/j.ridd.2016.10.004 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

38. Tamouza R, Volt F, Richard JR, Wu CL, Bouassida J, Boukouaci W, et al.. Possible effect of the use of mesenchymal stromal cells in the treatment of autism spectrum disorders: a review. Front Cell Dev Biol. (2022) 10:809686. 10.3389/fcell.2022.809686 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

39. Ashwood P, Krakowiak P, Hertz-Picciotto I, Hansen R, Pessah I, Van de Water J. Elevate plasma cytokines in autism spectrum disorders provide evidence of immune dysfunction and are associated with impaired behavioral outcome. Brain Behav Immun. (2011) 25:40–5. 10.1016/j.bbi.2010.08.003 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

40. Hansen RL, Ozonoff S, Krakowiak P, Angkustsiri K, Jones C, Deprey LJ, et al.. Regression in autism: prevalence and associated factors in the CHARGE study. Ambul Pediatr. (2008) 8:25–31. 10.1016/j.ambp.2007.08.006 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

41. Zhao X, Moore DL. Neural stem cells: developmental mechanisms and disease modeling. Cell Tissue Res. (2018) 371:1–6. 10.1007/s00441-017-2738-1 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

42. Liao Y, Geyer MB, Yang AJ, Cairo MS. Cord blood transplantation and stem cell regenerative potential. Exp Hematol. (2011) 39:393–412. 10.1016/j.exphem.2011.01.002 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

43. Alessio N, Brigida AL, Peluso G, Antonucci N, Galderisi U, Siniscalco D. Stem cell derived exosomes in autism spectrum disorder. Int J Environ Res Public Health. (2020) 17:944. 10.3390/ijerph17030944 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

44. Marks PW, Witten CM, Califf RM. Clarifying stem-cell therapy's benefits and risks. N Engl J Med. (2017) 376:1007–9. 10.1056/NEJMp1613723 [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

45. International Society for Stem Cell Research (2021). ISSCR Guidelines for Stem Cell Research and Clinical Translation. Version 1.0 (see Guidelines: ), Evanston, IL: International Society for Stem Cell Research (ISSCR). [Google Scholar]

46. International Society for Stem Cell Research (2023). Standards for Human Stem Cell Use in Research. Version 1.0 (see Standards: ), Evanston, IL: International Society for Stem Cell Research (ISSCR). [Google Scholar]

47. Siniscalco D, Antonucci N. Cellular therapy for autism spectrum disorder: a step forward to the optimal treatments. Ann Transl Med. (2019) 7:S110. 10.21037/atm.2019.05.12 [PMC free article] [PubMed] [CrossRef] [Google Scholar]

 

Artículo original en inglés:

 

111 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page