POR GABRIEL MARIA PÉREZ
Fuente: Univers Àgatha
Fotografía: Univers Àgahta
Querida Àgatha.
No sé si entenderás mis palabras de esta nueva carta, ni mi relativa amargura o mi mirada un poco perdida, medio desconectada de estos últimos días.
Mi cariñito, tesorito, me siento extraño, desanimado, un poco triste, emocionado y mucho más cerca de ti que hace solamente unos pocos días atrás.
Me apareces tú en mi mente con tu sonrisa, con el brillo de tus ojos, con la riqueza de tu belleza... o simplemente seria, paseando de un lado a otro de la casa haciendo esos malabarismos con las cucharillas de plástico que, tras darte un beso suave en esa mano tuya torpe y tierna, te atamos suavemente a la muñeca.
Y esta tristeza ha emergido al darme cuenta de que el paso del tiempo me ha hecho más mayor, (¡que yo no me siento mayor!), mientras hemos empezado a tramitar tu futura residencia donde probablemente estarás, bien acompañada, seguro, bien tratada, seguro, pero ya no en casa.
¡Cuántas veces vendremos a buscarte y te llevaremos a pasear y te quedarás en casa a pasar unos días con papá y mamá!
No sé, pequeñita mía, porque siempre serás nuestra pequeña, es una sensación extraña que entra sin más, de repente. Que me estremece...
Seguro que tú también la sentirás cuando sea la hora, a tu manera, pero serás muy feliz porque estarás perfectamente tratada, porque harás actividades sin parar y tu enigmático mundo se acomodará a ello.
Eso sí, ya no estarás en casa y habrá un vacío al principio, que seguro que pasará con los días, sabiendo de tu bienestar y del nuestro también.
Quedan muchos días, muchos trámites, mucha burocracia. Los apoyos continuarán siendo insuficientes, las ayudas te las continuarán rebajando y, una vez hechos todos los trámites para esta residencia quedará la lista de espera de años. Todo es lento y farragoso, y ya llevamos tanto tiempo de gestiones sin fin para conseguir tus derechos, para mantener tu bienestar y el de tus cuidadores.
En fin, bonita, ha sido un bajoncito que me ha hecho ver cuánto te quiero, cuánto amor me desprendes, cuánto te adoro.
Sí, mi princesita, el paso del tiempo me ha hecho más mayor, pese a no sentirme mayor.
Te quiero tanto...
Tendre, sempre viurà on és l'amor!!