No me va el teatro

POR FRANCISCO SEGURA

Fuente: Autismo en Vivo | 24/11/2022

Fotografía: Pixabay.com

Se ha hablado mucho de la máscara autista, que consiste en el hecho de ocultar la condición autista a través de imitar la conducta neuro-típica. Actuar neuro-típicamente cansa y disgusta

Realmente hay relativamente poca gente con quien me apetezca hablar o compartir un rato. Normalmente pienso “vaya coñazo” cuando tengo en mente otra persona que voy a ver, o simplemente me acuerdo más de sus defectos y memorias negativas con esta persona. Me cuesta disimular lo que pienso, y los demás se dan cuenta.

Pero la convención social es ser amable, aunque algunos se permiten de ser arrogantes o simplemente mal educados. Es siempre preferible quedar bien con todo el mundo, pues la vida da demasiadas vueltas como para permitirse lo contrario.

Asimismo, el cansancio social que me provoca la dinámica de la vida diaria me dificulta mantener este buen humor ante cualquiera, y más aún con los que me caen mal. Como dijo un amigo mio, a los Asperger nos cuesta más ser hipócritas, y tiene toda la razón. No lo había pensado así, pero es una forma de decirlo muy clara y directa. Y por desgracia suele ser más inconveniente que ventaja, aunque en algunos casos sí esté bien valorado.

Vivo las reuniones sociales como una farsa, si bien algunos actúan con total sinceridad y naturalidad. Cuando veo algunos que son o creo que son falsos me da mucha rabia, especialmente si parece que los demás no se dan cuenta de su falsedad. Odio la farsa y no me gusta formar parte de ella. No me gusta el teatro si tengo que ser yo un participante en la función. Me gusta ser yo mismo en todo momento, y muchas veces no queda bien.

Me da mucha rabia lo rentable que sale la hipocresía, hasta el punto de que todos juegan a lo mismo y son concientes de ello. Al final parece que sea más importante ser un buen actor que ser buena persona y otras cualidades y actitudes realmente sustanciales. Y así nos va…