POR IGNACIO PANTOJA
Fuente: Autismo en vivo | 09/07/2024
Fotografía: Pixabay
La verdad llevaba muchos meses, quizá un año pensando en escribir este artículo pero no sabía bien cómo hacerlo.
Sobre todo porque voy a hablar de una de las mejores series españolas que he visto en mi vida y ante esa responsabilidad me resulta difícil hacerlo.
Y lo segundo es que esa serie tiene poco que ver con el autismo, pero aunque esta sea una página dedicada al autismo voy a hacerlo porque en mí ha tenido una gran influencia, tanto en mis hábitos de verla cada noche en RTVE Play como por la emoción de conocer tan buenos actores y actrices y tratar de empatizar con los personajes que representa.
Si alguien no conoce la serie, está basada a principios del siglo XX en un palacio lejano a otras zonas de Córdoba donde viven unos marqueses que son uno de los más grandes terratenientes de España en aquella época.
Suelo verla generalmente todas los noches y aunque soy autista y hay personas neurotípicas, entre ellas psicólogos o psiquiatras que se cierran a decir de manera poco respetuosa que los autistas no tenemos sentimientos a mí me gusta mucho entretenerme pensando lo que sentirá cada personaje en cada momento y porque cada uno se comporta como se comporta.
Estos excelentes actores se dividen en la clase alta que son los nobles con título y la clase baja que son los lacayos y las doncellas, y lo bonito de esto es que algunas veces los nobles tratan mal a los lacayos, otras veces se producen relaciones de amistad muy bonitas.
La actriz que hace protagonista es enormemente bella y no creo que a ningún hombre heterosexual le resulte indiferente, pero en realidad muchas de las mujeres de la promesa son muy hermosas aunque algunas superen los 40 años de edad.
Reconozco que los hombres también son guapos, pero poco puedo más decir porque nunca me han interesado los hombres en el tema del amor y eso es algo que no es que sea malo o bueno, es que para mí es así.
La otra división de la serie es entre buenos y malos, como muchas ficciones los buenos suelen ser muy buenos y los malos unos auténticos capullazos.
Los antagonistas de esta serie son todos muy buenos actores y aunque su maldad me dé asco, aprecio mucho la buena interpretación que hacen sus actores.
Y hay personajes buenos y malvados tanto entre los nobles como entre los sirvientes, lo cual me recuerda a la moraleja de George Orwell en su libro "Rebelión en la granja" en la que nos demuestra que los seres humanos nos parecemos entre nosotros mucho más de lo que nos gusta admitir, seamos blancos, negros, hombres, mujeres, ricos o pobres, o de cualquier raza o religión siempre que tenemos más poder abusamos de quién tiene menos.
Es muy triste pero es así y yo lo he vivido en mi colectivo autista cuando los que mandaban en ese colectivo decían algo los demás obedecían religiosamete y sino pensabas como ellos y no les obedecías manipulaba al resto para que dejasen solo.
Por eso abandoné a mi colectivo, porque no me querían con ellos la mayoría.
Y volviendo a la promesa me alegra que es una actividad que realizo junto a mis padres y desde entoces, al compartir algo juntos todos los días me llena de felicidad.
Esta serie se ha convertido en una rutina muy positiva y eso se agradece demasiado, para las personas autistas es muy esperanzador para mi futuro,
Y aunque en ese futuro mis padres no estén, el recuerdo y el cariño de ellos seguirá intacto durante el tempo que me quede de vida.
¡Larga vida a La Promesa y a sus actores que trabajan tan bien!
Ignacio F, Pantoja