POR IGNACIO PANTOJA
Fuente: Autismo en vivo | 31/10/2022
Fotografía: Pixabay
Algunas personas con autismo, entre las que me encuentro y otras personas en la neurodivergencia sufrimos cuando llegan los meses de otoño y cambia el tiempo meteorológico y las noches se hacen más largas.
En el fondo que se termine el mes de octubre es una liberación, pero las largas noches de noviembre y diciembre tampoco ayudan mucho la verdad.
Hoy es el llamado Halloween, el día en el que chicos y chicas de menos y más edad se disfrazan y salen a la calle a pedir caramelos u otras cosas y yo, como otros años, ni quiero ni tengo con quien salir y en el caso de que tuviera, a mis 38 años de edad no es que me apetezca demasiado salir por las oscuras noches.
Me encuentro solo, pero estar solo no significa que estar con gente me hiciese más feliz.
Estos últimos años he aprendido a estar mejor conmigo mismo y a buscar la soledad, en el fondo creo que me quiero más a mí mismo y necesito depender menos de los demás.
Sin embargo esta noche me hace pensar, fue este día en 2006, cuando yo era un joven universitario, cuando me llamaron por primera vez mis compañeros de clase para salir por Madrid.
La alegría que sentí fue desbordante y la noche que pasé fenomenal, por fin había roto con el tabú de no salir nunca con gente de mi edad por las noches.
Y la felicidad de aquel 31 de octubre y 1 de noviembre la recuerdo hasta ahora, por ello siempre deseo que se acabe el mes de octubre, porque esta noche me genera algo de recuerdo y algo de felicidad.
Mis compañeros y amigos de entonces, Dios sabrá dónde andarán, pero les mando un saludo y les dedico este artículo.
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