La mirada femenina: Las mujeres y niñas autistas y no autistas pasan más tiempo mirando las caras que sus compañeros varones. / Cortesía de fizkes / Adobe Stock
POR ANGIE VOYLES ASKHAM
Fuente: Spectrum | 14/05/2021
Fotografía: Cortesía de fizkes / Adobe Stock
Las mujeres y niñas autistas prestan más atención a las caras que sus homólogos masculinos, según resultados presentados recientemente.
Las mujeres y niñas autistas prestan más atención a las caras que sus homólogos masculinos, según unos resultados inéditos presentados virtualmente la semana pasada en la reunión anual de la Sociedad Internacional de Investigación sobre el Autismo de 2021.
Los resultados coinciden con otros anteriores, según los cuales las niñas con una mayor probabilidad de padecer autismo prestan más atención a las señales sociales que sus homólogos masculinos.
"[Las caras] no atraen a los varones autistas de la misma manera", afirma la investigadora del estudio Teresa Del Bianco, investigadora postdoctoral del Centro de Desarrollo Cerebral y Cognitivo de Birkbeck, Universidad de Londres, en el Reino Unido.
Esta diferencia podría ayudar a explicar por qué las mujeres y las niñas tienen menos probabilidades de ser diagnosticadas de autismo que los hombres y los niños, dicen los investigadores.
El equipo utilizó un rastreador ocular portátil para evaluar a 388 personas autistas y 271 no autistas de entre 6 y 30 años de edad en seis centros como parte del Proyecto Longitudinal Europeo sobre el Autismo. Cada participante vio un vídeo de personas entrevistadas, en el que cada rostro aparece durante unos tres segundos.
Patrones diferentes:
Los investigadores descubrieron que, cuando veían los vídeos, las mujeres autistas y las no autistas pasaban más tiempo mirando las caras que sus homólogos masculinos. Y a diferencia de las mujeres y las niñas autistas, los hombres y los niños autistas tenían patrones de comportamiento de mirada significativamente diferentes a los de sus compañeros no autistas.
La atención de los participantes no autistas a las caras individuales siguió un patrón consistente en el tiempo, aumentando poco después de que una cara apareciera en la pantalla y luego disminuyendo lentamente. Los niños y hombres autistas también prestaron atención a la cara inicialmente, pero pasaron menos tiempo en general mirándola que sus compañeros no autistas. Y su atención a la cara también disminuyó, pero a un ritmo ligeramente más lento.
El equipo descubrió que los patrones de mirada de las niñas y mujeres autistas no diferían significativamente de los de las niñas y mujeres no autistas.
Como los niños y hombres autistas pasan menos tiempo mirando las caras inicialmente, pueden captar menos detalles, dice Del Bianco. Y si ven menos detalles, pueden encontrar las caras menos interesantes, lo que les lleva a pasar menos tiempo mirando las caras, sugiere.
El equipo tiene previsto seguir utilizando estos vídeos y otros estímulos visuales para estudiar cómo varía la atención social en diferentes condiciones y cómo difieren los hombres y las mujeres autistas en su rendimiento, dice Del Bianco.
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