POR SARAH DEWEERDT
Fuente: Spectrum | 23/09/2014
Fotografía: Spectrum
Los adultos con autismo de alto funcionamiento destacan en el aprendizaje de patrones visuales, según una investigación publicada el 25 de agosto en Neuropsychology.
Los adultos con autismo de alto funcionamiento destacan en el aprendizaje de patrones visuales, según una investigación publicada el 25 de agosto en Neuropsychology. El estudio contrasta con un informe de principios de este año según el cual los niños con este trastorno tienen problemas de aprendizaje visual.
Varios estudios han descubierto que las personas con autismo tienen una visión aguda; por ejemplo, pueden concentrarse en las formas incrustadas en una imagen más grande mejor que sus compañeros. Sin embargo, un estudio realizado a principios de este año reveló que los niños con este trastorno tienen dificultades específicas para el aprendizaje estadístico visual, en el que los niños aprenden a reconocer patrones visuales. Esta puede ser la razón por la que tienen problemas para dominar los conocimientos sociales, como las expresiones faciales características de las distintas emociones.
"El aprendizaje estadístico es un proceso realmente fundamental que nos permite dar sentido al mundo", dice Matthew Roser, profesor de psicología de la Universidad de Plymouth (Reino Unido), que dirigió el nuevo estudio. "Es una de esas funciones básicas esenciales que nos permite captar patrones". Entender cómo perciben esos patrones las personas con autismo podría ayudar a informar sobre las intervenciones para el trastorno, dice Roser.
El equipo de Roser mostró a diez adultos con autismo y a diez controles formas dispuestas dentro de una cuadrícula de nueve cuadrados. Las seis formas utilizadas en el estudio estaban organizadas en tres pares que siempre tenían la misma relación espacial entre sí -por ejemplo, una barra vertical siempre aparecía a la derecha de un punto atravesado-, pero los pares de formas podían moverse por la cuadrícula.
Después de ver varias docenas de cuadrículas con estos patrones, los participantes miraron dos cuadrículas a la vez: una con un par incorrecto -por ejemplo, con la barra encima del punto atravesado- y otra con uno correcto. Los investigadores descubrieron que los individuos con autismo pueden identificar el par de formas verdadero más del 80 por ciento de las veces, en comparación con el 60 por ciento de los controles.
Emparejamiento de patrones
Los investigadores también evaluaron a 28 niños con autismo y 22 controles, todos ellos de unos 13 años de edad. Ambos grupos de niños identificaron el par de formas correcto alrededor del 60 por ciento de las veces, lo que sugiere que la ventaja entre los individuos con autismo sólo aparece en la edad adulta.
Aunque el tamaño de la muestra es pequeño, los resultados son intrigantes porque éste es sólo el segundo estudio sobre el aprendizaje estadístico visual en el autismo. Este proceso cognitivo es especialmente interesante en relación con el autismo porque puede desempeñar un papel clave en el comportamiento social, por ejemplo, al notar que una sonrisa suele acompañar a un saludo de despedida.
Los resultados son coherentes con la teoría de la "coherencia central débil" del autismo, que sostiene que las personas con autismo tienden a centrarse en los pequeños detalles, pero les cuesta integrar estos detalles en una imagen global.
Sorprendentemente, los participantes en el estudio fueron capaces de identificar los pares de formas correctos mejor de lo que cabría esperar por azar, aunque no pudieran describir los emparejamientos en detalle. Esto sugiere que la tarea requiere un aprendizaje inconsciente o implícito, dicen los investigadores.
Los resultados pueden diferir de los del estudio publicado a principios de este año porque las tareas evalúan habilidades diferentes. En el estudio anterior, los investigadores registraron las respuestas cerebrales mientras los participantes observaban una serie de pares de formas, similares a los flujos de sonidos utilizados en los estudios de aprendizaje estadístico auditivo y del lenguaje. El nuevo estudio mostraba a los participantes conjuntos de formas, similares al tipo de información visual presentada en estudios que han mostrado una visión aguda en el autismo.
Además, en el estudio anterior se evaluó a niños con autismo de diversa gravedad, incluidos algunos que no podían hablar en absoluto. En cambio, los participantes en el nuevo estudio son adultos con un funcionamiento relativamente alto, capaces de responder a las preguntas de los investigadores sobre los patrones.
Además, el estudio anterior descubrió que, aunque los niños con autismo muestran deficiencias en el aprendizaje estadístico visual como grupo, algunos niños son capaces de aprender patrones visuales, aunque a través de un mecanismo neural diferente al de los controles.
En general, ambos grupos de investigadores afirman que los tratamientos para el autismo deberían basarse en las capacidades de aprendizaje visual. Se trata de un cambio sutil pero importante: aprovechar los puntos fuertes de las personas con autismo, en lugar de corregir lo que otros perciben como sus puntos débiles.
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