POR PEPE HEREDIA
Fuente: Autismo en Vivo | 14/01/2022
Fotografía: Pixabay.com
Es frecuente que a quienes se les nota menos su condición autista les digan que no lo parecen o muy poquito, sin duda con la intención de hacerles sentir bien. Ello tiene un problema…
El problema es que por parecer poco o nada autista esperan de ti que te comportes como si no lo fueras, o casi. Y si te comportas en algún caso de forma poco o nada sociable, te juzgan en base a tu presunta intencionalidad negativa o algún tipo de mala intuición, sin poner un ápice de comprensión acerca de la limitación que supone ser autista en cuanto refiere al comportamiento con los demás.
Es comprensible que si te han visto sociable varias veces entonces piensen que puedes ser así siempre, y por lo tanto te juzguen como a los demás, sin tener en cuenta tu condición, como que “un poco” es tan cercano a nada que la diferencia es insignificante. La respuesta es, al menos en parte, que para comportarse “bien” con los demás uno hace muchas veces un esfuerzo, para el que muchas veces no tiene energía.
Y por qué no decirlo, hay personas que requieren mucha más energía, y por lo tanto te cansan más rápido, o sólo de pensarlo ya tienes un sentimiento de rechazo, en vista de lo mal que lo vas a pasar. Esto pasa a todo el mundo, pero para los autistas es mucho peor. Se nos funden las baterías mucho más rápido.
La condición autista es algo mucho más complejo de lo que la mayoría de la gente piensa. Para empezar, cada persona manifiesta su autismo de forma diferente, no sólo porque el fenómeno del autismo es asimétrico de por sí, sinó porque en la conducta de cualquier persona influyen muchas variables, y el autismo sólo es una de ellas cuando la hay.
Un simil que puede servir para entender el fenómeno es el de las sustancias químicas cuando se mezclan. Una misma sustancia química puede reaccionar muy bien con según qué otras sustancias o condiciones ambientales (temperatura u otras variables), pero muy mal con otras sustancias y condiciones, de forma distinta a como lo haría otra sustancia.
Simplemente, la reacción de una persona con autismo a una circunstancia o tipo de persona puede ser significativamente distinta a la de un neuro-típico estándar, aunque dicha persona con autismo pueda tener una apariencia muy neuro-típica en muchas ocasiones.
Obviamente, este simil aplica también a muchos neuro-típicos, pero más significativamente a las personas con autismo. Estas circunstancias adversas pueden ser situaciones o personas que te conectan con traumas no resueltos (y por lo tanto te hacen sentir muy mal), ambientes con mucho ruido, reuniones con mucha gente y con falta de relaciones estimulantes (déficit de habilidades sociales), entornos tóxicos, etc.
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