Intestino permeable: Los ratones a los que les falta una copia de CHD8 tienen un número inusualmente bajo de células caliciformes productoras de moco en su tracto gastrointestinal.
/ Cortesía de Evan Elliott
POR PETER HESS
Fuente: Spectrum | 04/05/2021
Fotografía: Cortesía de Evan Elliott
La supresión del gen CHD8 del intestino, relacionado con el autismo, induce importantes cambios gastrointestinales y conductuales en ratones, según un nuevo estudio inédito.
Los resultados sugieren que los cambios en el intestino están implicados en algunos de los rasgos de comportamiento que se observan en las personas con mutaciones en CHD8, afirma el investigador principal, Evan Elliott, profesor adjunto de neurociencia molecular y del comportamiento en la Universidad de Bar-Ilan en Ramat Gan (Israel).
El equipo de Elliott presentó los resultados prácticamente esta semana en la reunión anual de la Sociedad Internacional de Investigación sobre el Autismo de 2021. (Los enlaces a los resúmenes pueden funcionar sólo para los asistentes a la conferencia registrados).
Hasta el 90 por ciento de las personas con mutaciones en CHD8 presentan problemas gastrointestinales, como estreñimiento, dice Elliott. La mayoría también padece autismo.
Los ratones a los que les falta una copia del CHD8 tienen un intestino delgado inusualmente fino y permeable, según descubrieron Elliott y sus colegas. La razón parece ser que estos ratones tienen menos células caliciformes productoras de mucosidad que los controles, lo que da lugar a unas paredes del órgano más finas y a menos mucosidad en el tracto digestivo.
El CHD8 regula la expresión de otros genes, por lo que el equipo de Elliott examinó los niveles de expresión génica en las células epiteliales intestinales de los ratones CHD8 mediante la secuenciación del ARN. Los ratones expresaron 920 genes de forma diferente a los ratones de control. Entre ellos se encuentra un aumento de la expresión de los genes implicados en las respuestas inflamatorias y en la actividad antimicrobiana. Este último conjunto puede ser la forma que tiene el cuerpo de compensar el aumento de las poblaciones microbianas, afirma Elliott.
En un segundo experimento, el equipo de Elliott eliminó ambas copias de CHD8 sólo de las células epiteliales que recubren el tracto digestivo. Estos ratones tenían un número significativamente mayor de microbios en su intestino, y una colección más diversa de especies microbianas, que los controles. Aunque conservaban las dos copias intactas del gen en sus cerebros, mostraban signos de mayor ansiedad en las pruebas comunes de comportamiento.
"En realidad, me sorprendió bastante el hallazgo sobre el comportamiento", dice Elliott.
Una posible explicación, dice, es que la capa de mucosidad más fina de los ratones puede permitir que los metabolitos microbianos salgan del intestino, entren en el torrente sanguíneo y lleguen al cerebro.
Su equipo está experimentando actualmente con antibióticos en estos ratones para investigar si la alteración del microbioma intestinal de ese modo puede inducir también cambios de comportamiento.
Lea más informes de la reunión anual de 2021 de la Sociedad Internacional para la Investigación del Autismo.
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