POR ALEX GARCIA
Fuente: Autismo en vivo | 15/05/2021
Fotografía: Pixabay
El diagnóstico es para muchos Asperger un momento liberador, puesto que después de sentirse diferentes toda su vida sin saber el porqué, al fin encuentran una explicación que les facilita la comprensión de su entorno social y también la propia.
Sucede a muchas personas con el Síndrome de Asperger que son diagnosticadas de otros trastornos o patologías, de forma equivocada. Hasta no hace mucho tiempo, se sabía poco o nada acerca del Síndrome de Asperger, y todo quedaba con la etiqueta de “tío raro” sin más.
El diagnóstico es una liberación por cuanto uno entiende que no está mal, no son manías ni patologías, sino una condición de nacimiento que tiene su explicación neuro-científica. Además, se sabe de personas con dicha condición que han llegado al éxito gracias en parte a las fortalezas de su Síndrome de Asperger, lo cual crea una reputación sesgadamente positiva del Síndrome de Asperger, como si todos fueran genios o casi.
El diagnóstico facilita también el hecho de encontrar grupos de apoyo en los que sentirse (por lo menos) comprendido, lo cual resulta un bálsamo emocional, una zona de confort en compañía. Otro aspecto clave es la auto-aceptación: cuando uno sabe su condición Asperger entiende que no tiene –ni puede, en cierto modo- cambiar su forma de ser y funcionar. Su normalidad es así, y no es un problema a corregir o una patología a sanar.
En cierto modo, perteneces a una comunidad de más de 50 millones de personas en todo el mundo –estimación propia-, que no es poco. Afortunadamente, cada vez más gente es diagnosticada y cada vez más personas conocen o han oído a hablar del Asperger, y poco a poco se va normalizando esta condición dentro del abanico de la diversidad funcional.
Por último, es conveniente explicar a las personas de tu entorno tu condición Asperger, para facilitar la correcta interpretación de tu comportamiento, que tan frecuentemente lleva a malos entendidos. Este es una de las ventajas más importantes del diagnóstico.
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