POR PACO SANCHEZ
Fuente: Autismo en Vivo | 22/07/2022
Fotografía: Pixabay.com
A raíz de mi experiencia viviendo en países de raíz protestante, me permito hacer una asociación de ideas que otros “Aspies” también comparten entre religión y personalidad Asperger
El año que me fui a vivir a los Países Nórdicos lo recordaré como un punto de inflexión en mi vida. No sólo porque cumplí un sueño que tenia desde niño, sino porque encontré un lugar donde me sentía como igual con los demás: una sociedad que compartía mis sensibilidades y valores, donde me encontraba como pez en el agua. ¿Por qué no podía haber nacido allí? me preguntaba a menudo… ¡con lo bien que se está!
Con el tiempo fui haciendo más reflexiones, sobre todo en la medida que fui conociendo más y más personas de países con raíz protestante que se caracterizaban por una mayor honestidad y fiabilidad, reglas más claras y más respeto por las mismas y el individualismo, mayor nivel de conciencia y reflexión y también apertura a nuevas ideas. En fin, tenia con ellos más fácilmente una relación de confianza y complicidad, que no solía tener con la gente de mi país.
Veían en mi una persona en quien se podía confiar, en contraste con la actitud de muchos de mi país que veían en mi alguien con quien meterse e intentar tomar el pelo. Es fácil de comprender entonces que desarrollara una especial simpatía y afecto por dichas sociedades, y también cierta admiración.
Aunque a algunos les cueste de reconocer, para mi es innegable que el denominador común es la religión protestante, que según mi conocimiento y experiencia promueve más la conciencia y el sentido de responsabilidad, así como unos estándares éticos superiores a los de los vecinos católicos. Ello deriva también en un nivel de madurez mayor, que sin duda cuenta con incontables excepciones, como sucede con todas las normas y generalizaciones.
Otros valores a añadir son la cultura del esfuerzo y el mérito, y la sensibilidad, que es resultado de una mayor influencia femenina en la mentalidad predominante. Ello corresponde también con la forma de ser Asperger, sin ninguna duda. Muchos discreparan de mis planteamientos, pero quienes hayan vivido la experiencia de vivir en un país de este tipo seguramente estarán más de acuerdo que en desacuerdo conmigo, por más que la realidad es una tonalidad de grises y no de blanco o negro.
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