POR REDACCIÓN
Fuente: BBC Mundo | 26/03/2018
Fotografía: BBC Mundo
Uno de cada 160 menores tiene alguna forma de autismo, según la Organización Mundial de la Salud
Es una condición que es más prevalente en el mundo desarrollado, con Japón de primero en la lista, Reino Unido de segundo y Brasil de noveno.
Los diagnósticos en los hombres son cinco veces más frecuentes que en mujeres, pero los profesionales están empezando a entender que las observaciones en casos femeninos no han sido bien llevadas. Lucy Edwards, de la BBC, recogió el testimonio de mujeres en Reino Unido que no llegaron a conocer su condición hasta que fueron adultas, tras sufrir largos años en silencio.
Hannah
28 años, estudiante de doctorado. Diagnosticada a los 23 años.
Estoy haciendo una investigación de doctorado en la Universidad Anglia Ruskin sobre mujeres autistas que pueden ser pasadas por alto al no ser diagnosticadas. Mujeres y niñas suelen sentir un impulso natural para ser aceptadas socialmente, así que los síntomas que presentan no son estereotípicamente 'autistas'.
Pueden sentirse obligadas a hacer amistades, de manera que aprenden a imitar a las personas no autistas. Por ejemplo, pueden tener dificultades manteniendo contacto visual, como yo. He aprendido a controlarlo. Aparto la vista unos segundos y luego la regreso.
En la escuela, sufrí de depresión y otros problemas mentales y, desde los 14 años, fui educada en casa".
He observado a la gente cuidadosamente y estudiado psicología en la universidad para llegar a una situación en la que puedo actuar bastante naturalmente.
Pero aprender un repertorio social me ha tomado muchos, muchos años.
Mi diagnóstico me aclaró muchas cosas de mi vida que no estaban funcionando.
Cuando era más joven, tenía una profunda y rica vida de fantasía donde me imaginaba situaciones. Me la pasaba todo el día en mi propio mundo.No podía jugar con otros niños.
En la escuela, sufrí de depresión y otros problemas mentales y, desde los 14 años, fui educada en casa. Los médicos se concentraron en la depresión en lugar de considerar un posible diagnóstico de autismo. Llegó un momento en el que creyeron que tenía trastorno límite de personalidad (TLP). En retrospectiva, fue muy frustrante. Pienso que hay un sesgo de género. La niñas son más hábiles socialmente así que las diagnostican con TLP en lugar de autismo.
Hannah descubrió su condición cuando consultó con una terapista para que le ayudara con su ansiedad.
Pensé que el ir a la universidad arreglaría las cosas. Hice amistades pero nunca fui a las clases. Nunca tuve problemas con lo académico, era la manera en que aprendía. Me concentraba intensamente en un proyecto, durante días, y siempre necesitaba que me extendieran los plazos. Me sucede igual con mi doctorado.
El descubrimiento llegó cuando consulté a una terapeuta para que me ayudara con mi ansiedad. Luego de varios meses viéndola, me sugirió que podía sufrir de síndrome de Asperger. A partir de entonces, empecé a buscar mi diagnóstico. Había hecho mi tesis sobre esta condición y no pensé que era algo que las mujeres, como yo, podían tener.
Lograr mi diagnóstico me dio mucho alivio. Ahora me doy cuenta de por lo que muchas mujeres y niñas han pasado, y siguen pasando, exactamente como yo.
Pueden leer el artículo completo en el siguiente enlace: https://www.bbc.com/mundo/noticias-43544436
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