POR MICROBIOTA INSTITUTE
Fuente: Biocodex | 26/08/2024
Fotografía: Shuterstock
Un análisis longitudinal estadounidense evalúa, por primera vez, los vínculos entre la composición de la microbiota intestinal y los cambios de comportamiento en niños con trastorno del espectro autista (TEA).
La disbiosis intestinal y los trastornos gastrointestinales se observan con frecuencia en niños con TEA.
También hay cada vez más pruebas de que la microbiota intestinal desempeña un papel en la modulación de la señalización cerebral, una asociación comúnmente conocida como el eje intestino-cerebro.
A pesar de ello, la investigación sobre la relación entre la composición del microbioma intestinal y el TEA ha arrojado resultados incoherentes, lo que pone de relieve la complejidad del trastorno y la necesidad de diseños experimentales más sofisticados.
Con este objetivo, un equipo de investigación estadounidense comparó la composición de la microbiota intestinal de pacientes jóvenes con TEA con la de los controles de Arizona y Colorado, con el fin de comprender si la ubicación geográfica puede influir en el microbioma intestinal.
Realizó un estudio longitudinal: los sujetos de Arizona no se incluyeron en el estudio longitudinal para evaluar la relación entre la composición de la microbiota intestinal, la gravedad conductual del TEA, la dieta y los síntomas gastrointestinales del trastorno.
Impacto de la ubicación geográfica en la microbiota
Los investigadores demostraron que la composición de la microbiota intestinal difería entre los individuos de Arizona y los de Colorado, mostrando los niños de Arizona una mayor diversidad microbiana que los de Colorado.
Esto sorprendió a los investigadores, que utilizaron los mismos métodos de recogida de heces, extracción de ADN y secuenciación en ambos lugares. Otro análisis cruzado de un subconjunto de muestras de ADN tomadas tanto en Colorado como en Arizona confirmó que el lugar de extracción del ADN no influía en la diversidad microbiana.
Los investigadores también demostraron que los pacientes con TEA presentaban más síntomas gastrointestinales que los controles en Arizona, pero no en Colorado. Para los investigadores, esto confirma el impacto del lugar de estudio en la composición de la microbiota intestinal y sugiere que estas variaciones en los síntomas gastrointestinales relacionados con el TEA entre lugares pueden contribuir a resultados inconsistentes en la literatura.
Correlación entre el deterioro del habla y la diversidad de la microbiota
El análisis longitudinal reveló una asociación entre el aumento de la gravedad de los síntomas conductuales del TEA y los cambios en la microbiota intestinal. En concreto, una disminución de la diversidad de la microbiota intestinal a lo largo del tiempo se relacionó con una mayor gravedad de los síntomas conductuales del TEA, como el deterioro del habla, el letargo o el retraimiento social.
Por otro lado, los autores no encontraron ninguna relación significativa entre los trastornos de conducta asociados al TEA y los síntomas gastrointestinales o la dieta. Para los autores, se requieren estudios multicéntricos y longitudinales adicionales con más participantes para caracterizar la relación entre el TEA y la microbiota intestinal.
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