Amor ¿imposible?

POR JAIME GUTIERREZ

Fuente: Autismo en Vivo | 18/05/2022

Fotografía: Pixabay.com

Una relación de amor sana y sostenible se basa en la capacidad de ambas personas de aportar al otro y hacerle sentirse amado, y ahí la capacidad empática juega un papel esencial

Los Asperger tienen precisamente dificultad en dar empatía y también mayor dificultad en generar empatía por parte de los demás, por la dificultad que tienen en comprenderlos y el menor feeling que hay como para provocar las ganas de empatizar.

Si bien la falta de inteligencia emocional está al orden del día entre muchas personas, y por lo tanto este no es un problema exclusivo de las personas Asperger, en el caso que nos ocupa el problema suele ser doble. El Asperger es mucho más propenso a las relaciones tóxicas y las sufre más. Sin querer, por su propia naturaleza, tiende a provocar cierta toxicidad y ello no hace más que multiplicarse en la medida que se crean círculos viciosos de negatividad.

No por ello, el Asperger puede tener un gran corazón, muchas ganas de amar y cosas que aportar a los demás, pero el encaje sigue siendo difícil. Seguramente éste es un debate al que se le pueden dar muchas vueltas, pero las respuestas más sensatas que se me ocurren para hacer que las relaciones puedan funcionar bien son la madurez y la salud mental.

Por salud mental me refiero a estar equilibrado, haber sanado todas o casi todas las heridas, saber estar bien solo e incluso diría necesitar poco de los demás emocionalmente. Tener paz interior. La madurez es un tema complejo, pero como conceptos básicos habría que mencionar la capacidad de aceptar las cosas que no nos gustan, la capacidad de comprender, empatizar, perdonar, gestionar las emociones, ser asertivo, tener en cuenta las necesidades e intreses de los demás, agradecer y respetar, entre muchas otras cosas.

Triste decir que la madurez es un valor que suele brillar por su ausencia, y que a los Asperger nos cuesta más, por cuanto somos por naturaleza más inmaduros emocionalmente, y ya de por si, en España, vivimos en una sociedad muy inmadura. Nos faltan buenos referentes. Es pues más difícil construir relaciones de amor sanas y sostenibles, en la medida que no se superan todos estos retos.