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POR REDACCIÓN RC
Fuente: raisingchildren.net.au | 05/07/2024
Fotografía: pixabay
Junto al autismo pueden darse varios trastornos médicos, psiquiátricos o del desarrollo. Son las denominadas enfermedades concurrentes o comorbilidades.
A casi tres cuartas partes de los niños autistas se les diagnostica un trastorno concurrente. Las afecciones concurrentes pueden aparecer en cualquier momento del desarrollo. Algunas pueden aparecer precozmente, mientras que otras sólo en la adolescencia o la edad adulta.
Terapia cognitivo-conductual (TCC)
Tipo de terapia: terapia basada en:
Argumento: ayuda a mejorar el bienestar social y emocional y la salud mental, especialmente la ansiedad y el bajo estado de ánimo.
Valoración de la investigación: prometedor. Algunas investigaciones muestran efectos positivos. Se necesita más investigación.
Estos trastornos pueden afectar a la respuesta del niño autista a las terapias y los apoyos. Por eso es importante diagnosticarlas.
A continuación se enumeran los trastornos concurrentes más comunes que pueden diagnosticarse en niños autistas.
Ansiedad
Las personas con ansiedad presentan una serie de síntomas como tensión, inquietud, hiperactividad, preocupación y miedo. En el caso de los niños autistas, la ansiedad puede manifestarse haciendo preguntas una y otra vez, haciéndose daño o teniendo problemas para conciliar el sueño.
¿Es frecuente la ansiedad en los niños autistas?
La ansiedad es frecuente en los niños autistas, y alrededor del 40% de los niños autistas la padecen.
La ansiedad social es uno de los trastornos de ansiedad más comunes. Las diferencias comunicativas de los autistas están a veces relacionadas con la ansiedad social.
Tratamiento, terapias y apoyos para la ansiedad
La terapia cognitivo-conductual (TCC) y las técnicas de relajación pueden ayudar a los niños autistas con ansiedad. A veces, los medicamentos pueden ser útiles para los niños.
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
Muchos niños tienen dificultades para pensar antes de actuar, estarse quietos y concentrarse. Pero en los niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), estos comportamientos pueden tener un gran efecto en su vida diaria.
¿Es frecuente el TDAH en niños autistas?
El autismo y el TDAH comparten algunas características comunes. Muchos niños autistas se comportan de forma muy similar al TDAH, y entre el 30 y el 60% cumplen los criterios para ser diagnosticados de TDAH.
Tratamiento, terapias y apoyos para el TDAH
Los profesionales sanitarios pueden trabajar con los niños autistas en estrategias para controlar el TDAH. A veces, los médicos recetan medicamentos estimulantes a los niños diagnosticados de TDAH. Estos medicamentos mejoran la forma en que las partes del cerebro «hablan» entre sí. Esto puede ayudar a los niños con la atención y la autorregulación.
¿Qué es la terapia cognitivo-conductual (TCC)?
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tratamiento psicológico estructurado basado en la idea de que la forma en que pensamos y sentimos influye en nuestro comportamiento.
La TCC ayuda a las personas a reconocer pensamientos y comportamientos poco útiles o poco saludables. También les ayuda a identificar las emociones relacionadas con esos pensamientos y comportamientos. Las personas aprenden a desafiar los pensamientos inútiles o insanos. Así pueden aprender a responder a situaciones y emociones difíciles de forma que mejoren su salud mental y su bienestar.
¿A quién va dirigida la terapia cognitivo-conductual (TCC)?
La terapia cognitivo-conductual (TCC) se utiliza principalmente con personas a partir de 7-8 años, incluidos niños y adolescentes autistas. También hay algunos programas cognitivo-conductuales para padres de niños pequeños con ansiedad.
La TCC es una «terapia hablada», por lo que las personas deben ser capaces de entender y utilizar el lenguaje para llevarla a cabo.
¿Para qué se utiliza la terapia cognitivo-conductual (TCC)?
La terapia cognitivo-conductual (TCC) se utiliza para reducir muchas dificultades y trastornos mentales en niños y adolescentes autistas. Estas dificultades incluyen el estrés, la preocupación, la ansiedad y el bajo estado de ánimo o la depresión.
La TCC también puede mejorar el bienestar ayudando a los niños y adolescentes autistas a aprender a identificar, expresar y responder a las emociones de forma segura y útil, incluidas las emociones fuertes como la frustración, identificar y cuestionar los pensamientos inútiles para poder ver las situaciones de forma más útil, gestionar y resolver situaciones que impliquen incertidumbre, cambio, relaciones difíciles con los compañeros, etc.
Por ejemplo, si su hijo autista es objeto de burlas o exclusión, puede sentirse solo. Puede pensar que no le gusta a nadie y que nunca tendrá amigos. Puede dejar de participar en actividades que impliquen a otras personas.
La TCC puede ayudar a su hijo a explorar sus pensamientos y sentimientos sobre esta situación y a verla de otra manera. Por ejemplo: “no es culpa mía que la gente no entienda mi autismo. Podré encontrar amigos que me quieran por lo que soy, aunque ahora sea difícil”. La TCC ayudaría al niño a resolver el problema, por ejemplo, buscando compañeros amables y que lo acepten o apuntándose a un club en el que haya gente con intereses similares.
La TCC también puede ayudar a reducir los comportamientos que tienen efectos negativos en los niños y adolescentes autistas y en las personas de su entorno. Entre estos comportamientos está la agresividad.
La TCC puede ayudar a los niños a aprender algunas habilidades sociales útiles, pero no debe utilizarse para animar a los niños y adolescentes autistas a comportarse de formas más “típicas” para encajar. Esto se llama enmascaramiento. Cuando los niños y adolescentes utilizan mucho el comportamiento de enmascaramiento, puede resultarles agotador y estresante.
¿De dónde procede la terapia cognitivo-conductual (TCC)?
La terapia cognitivo-conductual (TCC) fue desarrollada en los años 60 y 70 por el psiquiatra estadounidense Dr. Aaron Beck en la Universidad de Pensilvania.
El Dr. Beck unió las terapias cognitiva y conductual durante su investigación sobre la depresión. Posteriormente aplicó esta terapia a muchas otras afecciones, incluida la ansiedad. Desde entonces, la TCC se ha adaptado y modificado para los niños, incluidos los autistas.
¿En qué consiste la terapia cognitivo-conductual (TCC)?
La terapia cognitivo-conductual (TCC) se basa en estas ideas clave:
Nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos están interrelacionados.
Las formas poco útiles de pensar y reaccionar ante experiencias angustiosas pueden aumentar el malestar y los problemas de salud mental.
Desafiar los pensamientos inútiles y encontrar formas de pensar más útiles puede reducir el malestar y mejorar la salud mental.
¿En qué consiste la terapia cognitivo-conductual (TCC) para niños y adolescentes autistas?
En la terapia cognitivo-conductual (TCC) para niños y adolescentes autistas, un terapeuta de TCC y su hijo autista trabajarán juntos para:
comprender las dificultades emocionales, las necesidades, los puntos fuertes, los intereses y las experiencias actuales de su hijo
establecer objetivos terapéuticos que respondan a las necesidades de su hijo
ayudar a su hijo a entender cómo se desarrollan las dificultades emocionales y por qué a veces no mejoran por sí solas
ayudar a su hijo a darse cuenta de sus emociones, pensamientos y comportamiento, y de cómo se influyen mutuamente
desarrollar las habilidades y la confianza de su hijo mediante la práctica segura en situaciones de la vida real.
Ayude a su hijo a aprender a identificar y cuestionar los pensamientos inútiles y a utilizar pensamientos y respuestas más útiles.
ayudar a su hijo a aprender otras estrategias y habilidades, como la resolución de problemas, la relajación y la atención plena.
La TCC suele ofrecerse en sesiones individuales semanales de una hora durante varias semanas o meses. Por ejemplo, su hijo puede realizar entre 8 y 20 sesiones.
Los programas de TCC también pueden ofrecerse en formato de grupo pequeño con 4-8 jóvenes juntos, normalmente durante 1,5-2 horas una vez a la semana durante unas semanas o meses.
La TCC suele ofrecerse en sesiones individuales semanales de una hora durante unas semanas o meses. Por ejemplo, su hijo podría realizar entre 8 y 20 sesiones.
Los programas de TCC también pueden ofrecerse en formato de grupo pequeño con 4-8 jóvenes juntos, normalmente durante 1,5-2 horas una vez a la semana durante unas semanas o meses.
La TCC suele ofrecerse en clínicas públicas o privadas, pero a veces está disponible en escuelas u otros entornos. Algunos profesionales pueden ofrecer TCC a niños y adolescentes autistas a través de telesalud o en línea. La investigación en este campo es limitada, pero los pocos estudios realizados hasta la fecha sugieren que la TCC en línea es prometedora.
¿Ayuda la terapia cognitivo-conductual (TCC) a los niños autistas?
La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ayudar a los niños y adolescentes autistas a desarrollar habilidades para regular sus emociones y manejar situaciones sociales. Algunas investigaciones han demostrado que la TCC puede ayudar con la ansiedad en algunos niños y adolescentes autistas.
La investigación ha demostrado que algunos niños autistas se beneficiarán más cuando la TCC se modifique para satisfacer sus necesidades, por ejemplo, para adaptarse a su nivel de lenguaje.
Hay menos estudios sobre si la TCC ayuda con la depresión y el bajo estado de ánimo. Y aún hay menos estudios sobre los efectos de la TCC en otras enfermedades como el trastorno obsesivo compulsivo o los trastornos alimentarios como la anorexia.
Se necesita más investigación de alta calidad para saber si la TCC ayuda a los niños autistas y a los adolescentes con discapacidad intelectual y si ayuda con otros trastornos mentales distintos de la ansiedad.
¿Quién practica la terapia cognitivo-conductual (TCC)?
Psicólogos, psiquiatras, algunos médicos de familia con formación en salud mental, enfermeras de salud mental, algunos consejeros y otros terapeutas con formación en terapia cognitivo-conductual (TCC) pueden ofrecer TCC.
¿Dónde puede encontrar un profesional?
Puede hablar con su médico de cabecera o con otro profesional que atienda a su hijo para que le remita a un terapeuta cualificado en terapia cognitivo-conductual (TCC). Lo mejor es buscar un terapeuta que también tenga experiencia en el uso de la TCC con niños y adolescentes autistas.
Puede buscarlos en los colegios oficiales.
Educación, formación, apoyo y participación de los padres
Por lo general, cuanto más pequeños sean los niños, mayor será su implicación. Los adolescentes mayores podrían trabajar con un terapeuta de TCC con poca o ninguna implicación por su parte.
Puede asistir a algunas o a todas las sesiones con su hijo, o puede asistir a algunas sesiones separadas con el terapeuta. En estas sesiones, el terapeuta le ayudará a identificar las emociones y pensamientos de su hijo y a reflexionar sobre ellos. El terapeuta también le ayudará a aprender estrategias y técnicas de TCC para utilizarlas en casa con su hijo en la vida cotidiana.
Coste
El coste de las sesiones de terapia cognitivo-conductual (TCC) varía en función del tipo de sesión (individual o en grupo), la duración de la sesión, el profesional que imparte la terapia y otros factores. Por lo general, los costes oscilan entre 60 y 300 dólares por hora o sesión. Las sesiones en grupo suelen costar mucho menos que las individuales.
Las terapias y ayudas para niños autistas abarcan desde terapias conductuales y enfoques de desarrollo hasta medicamentos y terapias alternativas. Cuando conozca los principales tipos de terapias y ayudas para niños autistas, le resultará más fácil elegir el enfoque que mejor se adapte a su hijo.
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